Este edificio creo fue construido por el cardenal belluga como colegio para la educación de su familia y tambien para gente indigente, dándole su dirección a los jesuitas y tras la desamortización de Mendizábal fué expropiado a la iglesia y pasó a manos privadas, adquirido posteriormente por el señor Jiménez Caballero que fué antiguo alcalde de Motril.