En la entrada de
Nigüelas a la que llega la
carretera, por encima de la tapia de la
huerta de la fundación Zayas, o de la huerta de los Müller, que no lo sé: tengo un amor. Viajero que pasas: Salúdala, ámala. Ruega a los dioses por ella y exige a lxs congéneres que la respeten para que siga desparramando placer.