PLAZA BAJA
Qué bonita está la plaza
con sus árboles frondosos
y soleadas tardes largas
de niños y sus jolgorios
que acompañan a la Iglesia
en sus carreras y retozos
de ingenuidad manifiesta
en sus alegrías y modos
en su ignorancia al destino
de malicias y contiendas
corazón limpio y divino
de un alma leal y buena
que alteran su corazón
cuando las campanas suenan
y corren a la limón
libres de angunias y monsergas
y la plaza vive alegre
porque en ella está su Iglesia
con varios siglos que tienen
en su legendaria vega
y un pueblo que las mantiene.
Santa Ana en su bondad
alza su identidad sana
en un paraje sin igual
mirando a Sierra Nevada
y entre las brumas de la vega
del entorno Granadino
emerge la flora y belleza
de un valle verde y divino.
Qué bonita está la plaza
con sus árboles frondosos
y soleadas tardes largas
de niños y sus jolgorios
que acompañan a la Iglesia
en sus carreras y retozos
de ingenuidad manifiesta
en sus alegrías y modos
en su ignorancia al destino
de malicias y contiendas
corazón limpio y divino
de un alma leal y buena
que alteran su corazón
cuando las campanas suenan
y corren a la limón
libres de angunias y monsergas
y la plaza vive alegre
porque en ella está su Iglesia
con varios siglos que tienen
en su legendaria vega
y un pueblo que las mantiene.
Santa Ana en su bondad
alza su identidad sana
en un paraje sin igual
mirando a Sierra Nevada
y entre las brumas de la vega
del entorno Granadino
emerge la flora y belleza
de un valle verde y divino.