Patri, siento mucho lo de tu padre, la verdad es que yo no he visto nunca salir ni encerrarse al Cristo sin que tu padre fuera debajo, o a su lado, eramos tu padre y yo muy pequeños cuando ya él se iba porque tenía que ir con "él" como él decía. Ahora me va a parecer distinto, porque cuando el Cristo salía yo miraba a ver dónde estaba mi amigo de la infancia para luego ir y darle un abrazo, él siempre se ponía muy contento cuando me veía. Bueno, da un beso a tu hermanas y a tu madre y las gracias a tu sobrino porque continue haciendo ver al abuelo aunque no esté. Saludos a todos desde Francia.