CON LA CORRIENTE
En cierta ocasión, un anciano cayó accidentalmente en los rápidos de un caudaloso
río, dirigiéndose irremediablemente a una alta y peligrosa
cascada. Varias personas observaron el accidente, pero no pudieron hacer nada por socorrerlo, ya que el
agua era demasiado brava, así que temieron el peor de los desenlaces, más aún tratándose de un hombre tan mayor. Sin embargo, de repente, de forma milagrosa y para sorpresa de todos, el anciano apareció vivo e ileso abajo, en el fondo de
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