En Japón, durante la guerra, este chico llevaba a su hermano muerto en su espalda para enterrarlo. Un soldado se fijó en él y le pidió que tirara a este niño muerto para que no se canse. Él respondió:
¡No pesa, es mi hermano!
El soldado entendió y rompió en llanto.
Desde entonces, esta imagen se ha convertido en un símbolo de unidad en Japón.
Que este sea nuestro lema:
"No pesa. Él es mi hermano, Ella es mi hermana”.
Si se cae, levántalo. Aunque te canses, ayúdalo, y si comete un error, perdónalo.
Y
... (ver texto completo)