PEDRO MARTINEZ (Granada)

Miedo, duda y odio pueden hacer más daño que una bestia salvaje.

Todos los hombres estamos hechos del mismo barro, pero no del mismo molde.

Antes de negar con la cabeza, asegúrate de que la tienes.

“Si los extraterrestres nos visitaran, ocurriría lo mismo que cuando Cristóbal Colón desembarcó en América y nada salió bien para los nativos americanos.

La puerta mejor cerrada es aquella que puede dejarse abierta.

Está muy bien que la gente triunfe y tenga éxito, pero no que hagan sentir a los demás poca cosa. No hay persona más insignificante que aquella que usa sus logros para menospreciar a los demás.

Cuentan que un taxista de Nueva York llegó a la dirección y tocó el claxón.
Después de esperar unos minutos volvió a tocar el claxón.
Como esa iba a ser la última carrera de su turno, pensó en marcharse, pero en su lugar, estacionó el automóvil y caminó hacia la puerta y llamó...
"Un minuto", respondió una fragil voz de anciana.
El taxista oyó algo que se arrastraba a través de la puerta.
Después de una larga pausa, la puerta se abrió.
Una pequeña mujer de unos 90 años estaba de pie ante ... (ver texto completo)

El hombre tiene ilusiones como el pájaro alas. Eso es lo que lo sostiene.

Que alguien se alegre al verte y esboce una sonrisa natural, es el mejor regalo que un ser humano puede recibir, sin ninguna duda.

El pasado es historia, el futuro un misterio, el hoy un regalo... por eso se llama presente.

Leyendas de Camboya

La leyenda de la espada de luz tiene muchas teorías en general porque nadie sabe a ciencia cierta de qué estaba hecha y porque la gente le tenía tanto miedo, lo cierto es que según lo cuenta la leyenda, las personas cuando veían a lo lejos que estaban el rey de Camboya
con su espada de luz salían corriendo para poder escapar, según lo que decían, solamente tenerla cerca podría acabar con cualquier hombre, todo tipo de especulaciones hay detrás de esto como por ejemplo que pudiera ser un arma de plasma, cosa medio difícil para la época, o bien que estaba cubierta de un fuego que no cesaba, así es como la dibujan y representan las personas de la región.
El rey que tenía la espada de luz era aquel más temido de todos por este instrumento que usaba contra sus enemigos de un modo impresionante, luego nadie quedaba con vida, por eso ni siquiera intentaban un encuentro con él, simplemente corrían, algunos dicen que es la espada que usó Dios para expulsar a Eva y Adán del Edén, otros piensan que se trata de un arma extraterrestre que llegó a sus manos por una determinada razón, nadie sabe realmente lo que pasó y cuanto agrandó la leyenda de sus días en la tierra, pero hasta el día de hoy se intenta buscar un significado para esta arma tan extraña y poderosa que hacía correr a todos los enemigos de Camboya y que todos los pueblerinos aun recuerdan en sus descripciones generales que hacen de la misma. ... (ver texto completo)

Hay un tiempo para cada cosa... Como el flujo de las mareas, nadie lo puede cambiar. Cuando es necesario esperar, hay que limitarse a esperar.

La leyenda de "La Abeja Castigada"
Después de que Dios concluyera la creación de los animales y de decidir cual sería el lugar de cada uno en la tierra, aún quiso regalarles un último don, y convocándoles a Su Presencia, les dijo:

-Os he dado las cualidades y la figura que tenéis, según me ha parecido que seria bueno para la vida que habréis de llevar de ahora en adelante, pero quiero concederos una gracia a cada uno. Pedidme aquello que deseéis tener y os lo daré.

Aquellas palabras llenaron de alegría a los animales, y todos pidieron alguna cosa. El león quiso tener la melena más espesa, el conejo unas orejas grandes y móviles, el oso pidió que le permitiera dormir todo el invierno, el perro, que le concediera ser amigo del hombre, la jirafa quiso ser muy alta, y el canario, cantar exquisitamente. Y a todos complació el Señor, pero cuando ya iba a retirarse creyendo que ningún animal quedaba sin satisfacer, la abeja zumbó, enfadada:

-Señor, aún falto yo.

- ¿Y que es lo que deseas, abeja?. Te he dotado de ojos maravillosos, capaces de ver todos los colores, puedes volar, entenderte con tus compañeras, y fabricar una miel dulcísima, pero si crees que te falta algo, te lo concederé.

-Lo que yo quiero es que los hombres no puedan recoger el fruto de mi trabajo. No quiero que me quiten la miel. Deseo que me dotéis de un arma para herir al que quiera robarme.

-Abeja, la miel será suficiente para todos. Te sobrará para compartirla.

-Señor, vos habéis dicho que nos concederíais una gracia y yo deseo un arma para defender mi miel.

-Así será - dijo el Señor - pero en castigo a la mala voluntad que has demostrado, cuando claves tu aguijón en un ser vivo, morirás.
Y eso es lo que sucede desde entonces. ... (ver texto completo)

El Mencal y las historias granadinas.

Hace años, un estudiante le preguntó a la antropóloga Margaret Mead cuál consideraba ella que era el primer signo de civilización en una cultura. El estudiante esperaba que Mead hablara de anzuelos, ollas de barro o piedras de moler.
Pero no. Mead dijo que el primer signo de civilización en una cultura antigua era un fémur que se había roto y luego sanado. Mead explicó que en el reino animal, si te rompes una pierna, mueres. No puedes huir del peligro, ir al río a tomar algo o buscar comida. Eres ... (ver texto completo)