Resistir.
Os mando desde aquí un beso, de esos que ahora no se pueden dar pero que desde el aire se pueden mandar. Os mando también un abrazo, aunque no os pueda tocar, espero que al menos lo podáis notar. Os mando una sonrisa, bien grande, de oreja a oreja, y espero que os llegue y me devolváis una de las vuestras. Os mando un “Todo saldrá bien”, aunque no tenga ni puñetera idea de cuándo ni cómo. Os mando un
mensaje, simplemente para que hoy os sintáis un poquito mejor y recordéis que no estáis
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