LA SOSPECHA DEL LEÑADOR
Cierto día, un leñador se dio cuenta de que no tenía su hacha. Sorprendido y con lágrimas en los ojos, se encontró al salir de casa a su vecino, quien, como siempre, lo saludó con amabilidad. Mientras este entraba en su casa, el leñador, de repente, empezó a sospechar y pensar que tal vez hubiese sido el vecino quien le había robado el hacha. De hecho, ahora que lo pensaba bien, su sonrisa parecía nerviosa, tenía una mirada extraña e, incluso, hubiese dicho que le temblaban ... (ver texto completo)
Cierto día, un leñador se dio cuenta de que no tenía su hacha. Sorprendido y con lágrimas en los ojos, se encontró al salir de casa a su vecino, quien, como siempre, lo saludó con amabilidad. Mientras este entraba en su casa, el leñador, de repente, empezó a sospechar y pensar que tal vez hubiese sido el vecino quien le había robado el hacha. De hecho, ahora que lo pensaba bien, su sonrisa parecía nerviosa, tenía una mirada extraña e, incluso, hubiese dicho que le temblaban ... (ver texto completo)