EL ÚLTIMO BESO
Como todas las mañanas desde hace ya 6 años, me despertó mi madre ésta mañana para ir a la
escuela, había pasado mala
noche, con pesadillas sobre monstruos, y me costaba trabajo levantarme. A los 10 minutos mi madre volvió a despertarme ésta vez con más premura, se me estaba haciendo tarde, me levanté como un bólido, apenas si me lavé la cara, me zampé el desayuno en un abrir y cerrar de ojos y ahí estaba mi mamá diciéndome -que comas despacio, que te vas a ahogar-.
Con las prisas
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