REFLEXIÓN PARA LA VIDA...
Una chica muy arrogante esperaba su vuelo en la sala de un gran
aeropuerto, como debía esperar un largo rato, decidió
comprar un libro y también galletas; se sentó, para poder descansar y leer en paz.
En el asiento de al lado se sentó una señora ya de edad poco avanzada, que abrió una revista y empezó a leer, entre ellas quedó un paquete de galletas, cuando la chica cogió la primera galleta, la señora también tomó una. La chica se sintió indignada, pero no dijo nada.
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