Para alegrar la mañana
Se murió un ingeniero y se fue a las puertas del Cielo. Sabido es que los ingenieros por su honestidad siempre van al cielo. San Pedro buscó en su archivo, pero últimamente andaba un poco desorganizado y no lo encontró en la maraña de papeles, así que le dijo:
- "Lo lamento, no estás en listas...".
De modo que el ingeniero se fue a la puerta del infierno y le dieron albergue y alojamiento inmediatamente. Poco tiempo pasó y el ingeniero se cansó de padecer las miserias ... (ver texto completo)
Se murió un ingeniero y se fue a las puertas del Cielo. Sabido es que los ingenieros por su honestidad siempre van al cielo. San Pedro buscó en su archivo, pero últimamente andaba un poco desorganizado y no lo encontró en la maraña de papeles, así que le dijo:
- "Lo lamento, no estás en listas...".
De modo que el ingeniero se fue a la puerta del infierno y le dieron albergue y alojamiento inmediatamente. Poco tiempo pasó y el ingeniero se cansó de padecer las miserias ... (ver texto completo)