LEYENDAS GRANAINAS. Lope Sánchez y Sanchica. Capítulo 5.
Solo los murciélagos revolotean a la incierta luz del crepúsculo. Se apresuro Sanchica por las escaleras que conducían a las habitaciones de la Alhambra que ocupaba su familia, la puerta, como de costumbre, se hallaba abierta, pues el pobre Lope era tan escaso de fortuna que no necesitaba de cerrojos ni de barras, Sanchica buscó a tientas su colchón, y poniendo la guirnalda de mirto debajo de su almohada, se durmió profundamente.
Por la ... (ver texto completo)
Solo los murciélagos revolotean a la incierta luz del crepúsculo. Se apresuro Sanchica por las escaleras que conducían a las habitaciones de la Alhambra que ocupaba su familia, la puerta, como de costumbre, se hallaba abierta, pues el pobre Lope era tan escaso de fortuna que no necesitaba de cerrojos ni de barras, Sanchica buscó a tientas su colchón, y poniendo la guirnalda de mirto debajo de su almohada, se durmió profundamente.
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LEYENDAS GRANAINAS.. Lópe Sánchez y Sanchica. Capítulo 6.
¡Malos diablos se los lleven!
--se decía así mismo--
¡Van a descubrirlo todo!
¿Se ha visto nunca modo igual de guardar un secreto?
Además de esto, cuando oía que se aproximaba alguien, se iba silenciosamente a otro lugar, no sea que andando por allí pudiera despertar sospechas. Luego volvía cautelosamente y miraba desde lejos para cerciorarse de que todo estaba seguro; pero la mirada fija de las dos estatuas le hacía estallar de ... (ver texto completo)
¡Malos diablos se los lleven!
--se decía así mismo--
¡Van a descubrirlo todo!
¿Se ha visto nunca modo igual de guardar un secreto?
Además de esto, cuando oía que se aproximaba alguien, se iba silenciosamente a otro lugar, no sea que andando por allí pudiera despertar sospechas. Luego volvía cautelosamente y miraba desde lejos para cerciorarse de que todo estaba seguro; pero la mirada fija de las dos estatuas le hacía estallar de ... (ver texto completo)