Todas las batallas en la vida sirven para enseñarnos algo, inclusive aquellas que perdemos.
Cada nuevo día es un regalo y una oportunidad para superarse, para recomenzar nuestra lucha, para rectificar, para ser felices…
No hay ningún camino que no se acabe, como no se le oponga la pereza y la ociosidad.
Me gustaría tener una casa con el techo de cristal... y quedarme dormida en compañía de la luna, bajo un manto de estrellas.
Siempre he pensado que una de las cosas más bonitas que hay es descubrir a las personas como si fuesen regalos con muchas capas de papel.
A menudo encontramos nuestro destino por los caminos que tomamos para evitarlo.
La vida es así. Una veces parece que te tome el pelo y otras hace que te sientas importante.
Antonia que pases un buen día, ya viernes y aqui tenemos puente bueno es un acueducto porque desde hoy viernes hasta el martes es festivo... un abrazo...