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PEDRO MARTINEZ (Granada)

La plaza vieja reformada
Foto enviada por sensi

A veces olvidamos que sólo vamos a vivir una vez...
Para el hombre, como para el pájaro, el mundo ofrece muchos sitios donde posarse, pero nidos solamente uno: su casa.
Cuando realmente somos nosotros mismos, muchas personas se alejan, pero esto crea el espacio necesario para que la gente adecuada llegue.
Dicen que la historia se repite, lo cierto es que sus lecciones no se aprovechan.
DOS RABINOS

Dos rabinos llegaron juntos a un recóndito pueblo a predicar. Mientras uno empezó a hacer discursos eruditos de tipo dogmático en medio de la plaza del lugar, el otro se situó en una esquina y se limitó a compartir su fe a base de cuentos y de anécdotas.
Sucedió que la gente abandonó pronto al primero para ir a escuchar al segundo, por lo que el primer rabino, poco después, abatido, se quejó a su compañero de la poca atención prestada por los habitantes del pueblo. Y para tranquilizar ... (ver texto completo)
La perfección se logra al fin, no cuando no hay nada que agregar, sino cuando ya no hay nada que obtener.
Los niños nunca han sido muy buenos para escuchar a sus mayores, pero nunca han dejado de imitarlos.
No anheles el bien futuro, mira que ni el presente está seguro.
Ahora está así, muy poco cuidada.
Hay algo bueno en este mundo, y vale la pena luchar por ello.
Los pensamientos son semillas y las acciones sus brotes. Si siembras malas hierbas, no cosecharás rosas.
Un buen hábito leer, quién lee un libro vive muchas vidas..
Para ser grande primero tienes que aprender a ser pequeño. La humildad es la base de toda verdadera grandeza.
La historia de Narciso

¿Os gustan las flores? ¿Y los narcisos? ¿Sabéis que el nombre de esta hermosa flor no es casual? En las siguientes líneas vamos a hacer un recorrido por la historia de Narciso, una de las más bellas y dramáticas de la mitología griega.

Narciso era un joven muy guapo del que todas las doncella y ninfas estaban perdidamente enamoradas. Él, presumido y vanidoso, las rechazaba y despreciaba diciendo que eran poco para él. Entre las ninfas a las que Narciso había rechazado ... (ver texto completo)
Así es la sencillez: no reclama, no quiere nada, pero se emociona por las pequeñas atenciones que la vida le ofrece.