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PEDRO MARTINEZ (Granada)

Camino a las Erillas y al Mencal
Foto enviada por sensi

CUANDO SE CIERRA LA CASA DE LOS ABUELOS

Uno de los momentos más tristes de nuestras vidas llega cuando se cierra para siempre la puerta de la casa de los abuelos, y es que, al cerrarse esa puerta, damos por finalizados los encuentros con todos los miembros de la familia, que en ocasiones especiales cuando se juntan, enaltecen los apellidos, como si de una familia real se tratase, y llevados siempre por el amor a los abuelos, cual bandera.
Cuando cerramos la casa de los abuelos, damos por terminado ... (ver texto completo)
Las preocupaciones acaban por comerse unas a otras, y al cabo de diez años, se da uno cuenta de que se sigue viviendo.
Cuando las máscaras se caen, aprendes a darle a cada persona, el valor que se merece, e incluso ignorarla, para siempre.
Para ser felices hay que eliminar dos cosas: el temor de un mal futuro y el recuerdo de un mal pasado. El segundo ya no nos concierne y el primero no nos afecta todavía.
Lo blando es más fuerte que lo duro; el agua es más fuerte que la roca, el amor es más fuerte que la violencia.
Las personas dulces no son ingenuas, ni estúpidas ni indefensas. De hecho, son tan fuertes que pueden permitirse el lujo de no usar ninguna máscara.
Allí donde reinan la quietud y la meditación, no hay lugar para las preocupaciones ni para la disipación..
La mayor oportunidad que cada día la vida te ofrece es ser mejor que ayer: no dejes que se te escape..
El mundo está lleno de gente solitaria que no da el primer paso.
Más que las ideas, a los hombres los separan los intereses.
Siempre es un buen día si estamos aquí, si podemos ver el sol salir, si podemos admirar una flor florecer, si nos ilumina la sonrisa de las personas queridas. Siempre es el día adecuado para mirar a nuestro alrededor y decir: ¡Gracias!
El frasco de la melancolía

Desde la muerte de su esposa, el rey de Zafiria era presa de tal melancolía que había dejado de gobernar. Solo y sin hijos que heredaran su reino, debía elegir a un sucesor entre sus súbditos.

Pero el rey melancólico no se ocupaba ni de éste ni de ningún otro asunto de palacio. Encerrado en sus aposentos reales, pasaba todo el día tendido en la cama, sin fuerzas para hacer nada.

Sus criados ya lo habían probado todo para sacarle de aquel estado. Habían llevado ... (ver texto completo)
En la vida hay momentos en los que pierdes el rumbo, pero recuerda que el tiempo es como un faro en la noche, ahora está oscuro y al instante hay luz.
Nunca seas la copia de alguien, se siempre el original de ti mismo.
Desafortunadamente no podemos evitar tener experiencias dolorosas en la vida, pero lo que sí podemos es cambiar la forma como nos relacionamos con ellas. Eso ayuda a ver más pronto el sol en donde hoy hay tormenta.