Luz ahora: 0,00371 €/kWh

PEDRO MARTINEZ (Granada)

Vista desde el mirador de las Erillas
Foto enviada por sensi

Ten cuidado con lo que aprendes, porque no podrás olvidarlo.
La ignorancia es la madre de todos los crímenes.
De uno depende curar viejas heridas, más que nada para poder seguir avanzando con alegría por los caminos de está vida..
Procurando lo mejor estropeamos a menudo lo que está bien.
Existe una cantidad de gente en el mundo que está en un infierno porque depende excesivamente del juicio de los demás
Esperamos demasiado del destino, la tarea del destino es sólo ofrecer oportunidades, tomarlas, o dejarlas, sólo nos toca a nosotros.
Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas.
No puedes separar la paz de la libertad, porque nadie puede estar en paz, a no ser que tenga su libertad.
Malcolm X
El lector puede ser considerado el personaje principal de la novela, en igualdad con el autor; sin él, no se hace nada.
No hay nadie más pobre que el que no tiene amor, no tiene sueños y no tiene imaginación.
¿Qué es un envidioso? Un ingrato que detesta la luz que le alumbra y le calienta.
Las personas fuertes también nos derrumbamos, lo que pasa es que no hacemos ruido.
Si tienes que salir de casa y no sabes cómo vestir, recuerda que hay un sólo vestido capaz de despertar la admiración y la envidia de todos: el buen humor.
La conciencia es el mejor libro moral que tenemos.
Una fabulosa leyenda Quechua sobre la soberbia: Los loros

Cuenta una leyenda Quechua, que hace mucho tiempo, en la época de los Incas, los loros eran unos animales muy inteligentes. Tenían un lenguaje propio, y eran capaces de razonar y usar la lógica igual que los humanos.

Los incas, maravillados ante estas aves, decidieron mostrárselas a todos los jefes de la zona. Éstos, al comprobar la facilidad que tenían estos animales para aprender conocimientos nuevos, ordenó a los sabios enseñar a estas aves el lenguaje de los humanos.

Además, les ordenó enseñar a los loros todo lo que sabían, hasta materias tan complejas como las ciencias o las matemáticas.

La intención de estos jefes incas era que los loros pudieran extenderse por todo el mundo, y compartir de esta forma la sabiduría y la cultura inca con todos.

Qué hicieron los loros al regresar a la selva
Pero los loros, una vez que aprendieron el lenguaje de los indios y todos los conocimientos de los humanos, regresaron a su lugar natal, a la selva, y pensaron:

– ¡Ahora sí que seremos los reyes de la selva! Sabemos todo lo que saben los humanos. No habrá nadie que consiga superar nuestra sabiduría, y todos tendrán que respetarnos y obedecernos.

Los loros comenzaron a gritar y a dar órdenes a todos los demás animales en el idioma de los humanos. Sus gritos eran tan estridentes que el resto de animales se asustaron mucho. Además, los animales captaron en los gritos de los loros, gestos de soberbia y prepotencia.

Como los otros animales no estaban dispuestos a dejarse dominar por los soberbios loros, respondieron gritando más aún.

El tono de voz de todos los animales aumentó cada vez más, hasta que la selva se convirtió en un lugar insoportable y ruidoso.

El dios de las aves, al darse cuenta de lo que estaba pasando, se enfadó tanto con los loros por haber creado ese espantoso clima, que decidió castigarlos, arrojando un puñado de arena en el pico de cada uno.

De esta forma, la boca de los loros se volvió negra, perdiendo además la capacidad de razonar. Y por eso, desde entonces, los loros solo son capaces de repetir lo que oyen. ... (ver texto completo)