RECUERDOS QUE JAMÁS VOLVERÁN...
Cuando éramos niños, las clases comenzaban en Septiembre descansábamos en
Semana Santa,
Navidad y año Nuevo y el año terminaba en Junio.
Había algo raro también, los maestros no se enfermaban no recuerdo que los maestros faltaran dos días seguidos.
Si el maestro te regañaba, no te convenía decir nada en tu
casa porque seguro te volvían a regañar y de paso un castigo.
Ni la
lluvia impedía faltar al
colegio, porque era como tu segunda casa, daban ganas de ir.
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