Son cerca de las nueve de la
noche, en breve encenderé la caja tonta y me recordará que vivo en un mundo que respira sobre un pulmón que se ahoga y que late en un corazón ateo de esperanza, de amor y de cariño.
Vivo en un mundo donde cada vez hay menos abrazos y donde los sentimientos se han ido a vivir a prostíbulos de falsos te quieros. Vivo en un mundo lleno de ira, de
amigos que dejaron de serlo y de
familias que perdieron el valor de su apellido por una mísera herencia.
Vivo en un mundo donde
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