Hace mucho tiempo, al rey se le ocurrió ir a
pescar.
Viendo unas pequeñas nubes a lo lejos, decidió llamar al pronosticador del tiempo.
Después de hacer unos cálculos, olfatear el aire y seguir el
camino de las hormigas, se presentó ante el monarca y le dijo:
"Vaya usted tranquilo majestad, no caerá ni una gota"
Contento, el rey hizo los preparativos y con dos pajes y tres guardias, montados a
caballos, se dirigieron al
río.
En el camino, encontró a un campesino, montado en un burro.
Al ver
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