Dos pequeños se roban u saco de limones del vecindario y optan por dividirlos en un lugar callado y apartado
Uno sugiere: “ ¡Vamos al
cementerio, a esta hora no hay nadie!”.
Al saltar la cerca del cementerio dos limones salen del saco y no le dieron mayor importancia, pues el saco tenía muchos más.
Algunos minutos más tarde, un borracho que salió de una cantina pasó cerca de la
puerta de la entrada del cementerio y escucha una voz que decía: “Uno para ti, uno para mí, uno para ti, uno para
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