PEDRO MARTINEZ (Granada)

El Hombre Desorientado

Había una vez, un hombre muy creyente que había llegado a un momento en su vida en que no sabía qué hacer, qué camino seguir, se encontraba muy desorientado. Entonces, se puso a orar y pidió a Dios que le envíe una señal, que él gustoso la tomaría y serviría para decidir qué camino seguir.
Un día, paseando por la pradera, decidió sentarse a la sombra de un árbol, y observó que a pocos centímetros de él, se encontraba un pequeño coyote herido, sangrando. Muy sorprendido ... (ver texto completo)

Sólo cerrando las puertas detrás de uno se abren ventanas hacia el porvenir.

Nunca escribo mi nombre en los libros que compro hasta después de haberlos leído, porque sólo entonces puedo llamarlos míos.

TIEMPOS DE ESPERA

Cuentan que un joven, cuando el telégrafo era el único medio de comunicación para largas distancias, se enteró por la prensa que se ofrecía un trabajo como operador del sistema Morse.
Se dirigió a la dirección indicada y la recepcionista le entregó un formulario para rellenar y le dijo que esperara hasta que le llamaran para ser entrevistado. El joven rellenó el formulario y se sentó junto a los otros siete solicitantes que esperaban en la antesala.
Después de unos minutos ... (ver texto completo)

Cuéntale al mundo nuestras historias y jamás olvides que existimos mientras alguien nos recuerda.

Buenas noches Antonia feliz descanso... un abrazo.

Buenas noches Sensi, feliz descanso, hasta mañana un abrazo.

Buenas noches Antonia feliz descanso... un abrazo.

Ningún camino de flores conduce a la gloria.

EL JINETE Y EL ESCORPIÓN

Un jinete vio cómo un escorpión se metía en la boca de un hombre que dormía en el camino. Rápidamente, bajó del caballo y, con el látigo, lo despertó obligándole a comer unos excrementos que había en el suelo. « ¿Por qué me haces esto?», le gritó el hombre. Segundos después, empezó a vomitar hasta que salió el escorpión. Comprendiendo lo ocurrido, agradeció al jinete haberle salvado la vida, le besó la mano y le regaló una sortija como muestra de gratitud. Al despedirse, ... (ver texto completo)

Hay grandes hombres que hacen a todos los demás sentirse pequeños. Pero la verdadera grandeza consiste en hacer que todos se sientan grandes.

La mejor forma de cumplir con la palabra empeñada es no darla jamás.

Los silencios también son una respuesta.

Por desgracia, el arcoíris de la vida también incluye el negro.

Un día de preocupación en la vida es mucho más agotador que una semana de trabajo.

Tu activo más valioso no es tu dinero, sino tu tiempo, así que no pierdas ni un solo segundo de tu vida.