Esopo, considerado el padre de la fábula, era un esclavo que vivió en el siglo V a. C.
Uno de sus amos, Xantus, le ordenó que fuera al
mercado y le trajese el mejor alimento que encontrara para agasajar a importantes invitados. Esopo compró solamente lengua y la hizo aderezar de diferentes modos. Los convidados se hartaron de
comer lo que saborearon como un manjar.
Cuando quedó solo, Xantus le preguntó qué era eso tan delicioso.
—Me pediste lo mejor —dijo Esopo— y
traje lengua. La lengua es el
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