Nada de lo que hacemos puede cambiar el pasado, pero todo lo que hagamos hoy puede cambiar nuestro futuro.
Demasiados niños se quedan en el mar. Demasiados en los desiertos migratorios. Demasiados mueren en las guerras.
Las lágrimas más amargas que se derramarán sobre nuestra tumba serán las de las palabras no dichas y las de las obras inacabadas.
A fin de cuentas la vida me ha enseñado una cosa: La gente que quiere se queda y es esa misma gente la que vale la pena.