LA MARCA DE LA
BARCA
Cuentan que un hombre del Reino chino de Chu cruzaba en su barca un
río cuando, de repente, se le cayó la espada dentro del
agua.
Conforme se iba hundiendo, el hombre, atemorizado con la idea de perder su arma más valiosa, decidió pintar una gran marca en el lado de la barca por donde había visto caer la espada. «Así sabré exactamente dónde cayó y no me costará recuperarla», se dijo a sí mismo.
Orgulloso de su repentina idea, después de pintar la marca, remó rápidamente
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