LA
PIEDRA
Dos hermanos habían recibido como herencia dos terrenos y estaban maravillados, ya que, según los más viejos del lugar, esas tierras eran muy fértiles. El primer día que llegaron a sus
huertos, se sentaron sobre una piedra y contemplaron el trozo de paraíso que les había tocado en suerte. Pasaban los días y ambos continuaban embelesados ante la tierra sin que nada brotase en ella. ¿Sería verdad lo que decían de esos terrenos o más bien se trataba de una leyenda?
Harto de esperar, uno
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