Para un hombre descalzo, la
felicidad es un par de zapatos.
Para un hombre que lleva zapatos viejos, es un par de zapatos nuevos.
Para un hombre que tiene zapatos nuevos...... es un par de zapatos más bonitos.
Seguro que el hombre que no tiene pies estaría encantado de andar descalzo.
Mide la felicidad con lo que tienes, no con lo que te falta.
Iglesias -25% €/kWh
