Fe
Los
campos se secaron y se achicharraron por la falta de
lluvia, y las cosechas se marchitaban de sed. La gente estaba ansiosa e irritable, mientras buscaba en el
cielo alguna
señal de alivio. Los días se volvieron áridas semanas. La lluvia no llegaba.
Los ministros de las
iglesias locales convocaron a una hora de oración en la
plaza del
pueblo, para el siguiente sábado inspirarse.
Este sábado al mediodía, la gente del pueblo respondió en masa, llenando la plaza con caras ansiosas y corazones
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