La mula herrada
Dicen los habitantes de Bogotá que a partir de la medianoche puede escucharle el galopar de una mula. Herrada porque va sola y ensillada recorriendo la ciudad. Se dice que un hombre llamado Don Álvaro, disfrutaba de montar a su mula cambiando constantemente de rumbo. Terminaba siempre en una casa de juego, donde comía y bebía hasta altas horas de la noche. Un día, mientras Don Álvaro jugaba, su sirviente acompañó a la mula a beber agua del río. El animal se escapó hasta la casa ... (ver texto completo)
Dicen los habitantes de Bogotá que a partir de la medianoche puede escucharle el galopar de una mula. Herrada porque va sola y ensillada recorriendo la ciudad. Se dice que un hombre llamado Don Álvaro, disfrutaba de montar a su mula cambiando constantemente de rumbo. Terminaba siempre en una casa de juego, donde comía y bebía hasta altas horas de la noche. Un día, mientras Don Álvaro jugaba, su sirviente acompañó a la mula a beber agua del río. El animal se escapó hasta la casa ... (ver texto completo)