Cada noche, antes de dormirse, su hija más pequeña le pedía que le leyera un cuento de los muchos que contenía un libro que le habían regalado.
Un día se le ocurrió la idea de grabar los cuentos en una cinta magnetofónica. La niña no tardó en aprender a manejar el magnetófono, y todo resultó estupendamente durante unos cuantos días, hasta que una noche la niña puso el libro en manos de su padre y le pidió que le leyera un cuento.
«Pero, tesoro», dijo el padre, «ahora ya sabes cómo se maneja el ... (ver texto completo)
Un día se le ocurrió la idea de grabar los cuentos en una cinta magnetofónica. La niña no tardó en aprender a manejar el magnetófono, y todo resultó estupendamente durante unos cuantos días, hasta que una noche la niña puso el libro en manos de su padre y le pidió que le leyera un cuento.
«Pero, tesoro», dijo el padre, «ahora ya sabes cómo se maneja el ... (ver texto completo)