Hola Pepemg:
Acabo de leer los mensajes, y la verdad me he emocionado de ver que familia tan estupenda tengo en todos vosotros.
Las herramientas me han dicho que las tengo que descolgar justo como rehabilitación pero sin abusar, ya que escribir un ratillo en el ordenador me viene bien para el movimiento, sensibilidad y agilidad del brazo, además es mas entretenido que coger y meter lentejas pardilla en un bote, uno de los ejercicios que he estado haciendo últimamente.
Bueno creo que estamos
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Hola María:
Cierto, todo ejercicio es una buena terapia. Te irá bien, pues, pegarle fuerte al ordenador sin llegar a la extenuación, para que no sea el remedio peor que la enfermedad. No cuelgues muy altas las herrmientas, déjalas a mano, para utilizarlas en su momento sin un gran esfuerzo. Y lo que tú dices: dentro de poco todos esos achaques serán pura anécdota.
Contar y meter lentejas pardilla en un bote es entretenido, y tan entretenido, por el tamaño tan reducido de la lens culinaris de su especie. Pero la monotonía del trabajo, cansa; es la atención de la persona con la materia... En el ordenador te enfrentas al teclado que también es materia, pero sabes que a través de esas teclas y de esos signos dibujados en ellas llegas al alma de los amigos y esto sí que es grato. Sí, esto es más ameno que pelear con la diminuta leguminosa. No obstante el contar y meter lentejas en un bote guarda cierta correlacción con el teclado del ordenador: Para arrearle a éste correctamente hay que practicar la mecanografía... Pues el jueguecito con la pardilla, diría yo, es pura dactilografía, de ambas formas los dedos de las manos se agitan y van adquiriendo soltura... Recuerdo que mi madre, siendo yo niño, me ponía a limpiar lentejas, faena que yo hacía valiéndome de mi mano zocata más que de mi mano diestra, con cuyo ejercicio adquirí gran agilidad y soltura de dedos, tanto que en la práctica mecanográfica, más tarde, discurrían mis dedos sobre el teclado de la máquina de escribir con la destreza conque el Concho lo hacía por la gatera. Pero hablando de mecánografos, el mejor de cuantos he conocido, Paco, el marido de Carmen Marcos, nueva forera con la que tú no has conversado
aún, grandes amigos míos ellos, él es un fenómeno escibiendo a máquina, por mucho que te dijera no te puedes imaginar cuanto: escribía, y supongo que todavía, a la velocidad de la luz. Felicidades Paco, hoy es tu día
María, te he mandado la partitura del villancico para tu hermana Ana a tu cuenta de correo, la que tengo de antes. Dime si te ha llegado. Gracias.
Y sí, cambia lentejas por ordenador.
Besos. Pepe.
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