Un saludo para Encarnita Céspedes Alfaro, que era amiga mía y emigró con su familia a Salta (Argentina) cuando éramos niñas. Antes de irse, para burlar a la distancia, nos hicimos unas fotos todo el grupo de amigas en el jardín de Antonio el Correo. Hace pocos años regresó al pueblo y volvimos todas a reunirnos. Inolvidable. Hoy no hay distancias, así que le envío este mensaje con mucho cariño.