(Reflexión para los Padres) ¡Ponme la cadenita!
En algún hogar del mundo, esa mañana, como todos los días, se escuchaban los gritos alterados de un hombre regañando a su hijo:
-Levántate pronto, lávate la cara, los dientes, péinate, ponte la camisa....
Pero apúrate, tienes que ir a clases. ¿Sabes qué?... Ya no hay tiempo para que desayunes, en el
camino tomarás tu jugo, pero no lo vayas a tirar..
¿Qué te dije, tonto? Ya te manchaste la camisa. Me tienes harto, nunca aprendiste a hacer
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