Si piensas en todo el camino que tienes por delante, siempre tendrás miedo de no hacerlo. Vete paso a paso cada vez y llegarás más lejos de lo que imaginas.
No te preguntes qué necesita el mundo. Pregúntate qué te hace sentirte vivo y hazlo. Porque lo que el mundo necesita es gente que se siente viva.