A propósito del
agua...
“Agua, tú no tienes ni gusto, ni
color, ni aroma, no se te puede definir, se te gusta sin conocerte.
No eres necesaria para la vida: eres la vida misma. Nos penetras de un placer que no se explica por los sentidos.
Contigo vuelven a nosotros todos los poderes a que habíamos renunciado.
Por tu gracia se abren en nosotros todas las
fuentes secas de nuestro corazón.
Eres la mayor riqueza que puede haber en el mundo, y eres también la más delicada, tú, tan pura en el
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