Callando es como se aprende a oír; oyendo es como se aprende a hablar; y luego, hablando se aprende a callar. Nadie debe avergonzarse por reconocer que se equivocó, que es tanto como decir que hoy es más sabio de lo que fue ayer. Nuestro deseo desprecia y abandona lo que tenemos para correr detrás de lo que no tenemos. La bondad, es la esencia del ser humano. Quien no es lo suficientemente amable y bondadoso, no es suficientemente humano. No puedes esperar construir un mundo mejor sin mejorar a las personas.