Como afirma Joaquín, los remedios franquistas para la agricultura andaluza no eran la reforma agraria y los agricultores que compraron una parcela tuvieron que soportar no sólo el pago de esta sino otros gastos. Por el testimonio de Líndez vemos que el secretario del ayuntamiento y el individuo que vendía abonos fueron protagonistas de este hecho, y se deduce el interés que estas personas tuvieron.
El secretario del Ayuntamiento era un personaje que varios testigos presentan como...