Siempre es más valioso tener el respeto que la admiración de las personas. Amar la lectura es trocar horas de hastío por horas de inefable y deliciosa compañía. Me encanta ese momento antes de dormir, en el que imagino todas las cosas buenas que me gustaría que pasaran mañana. Buenas noches Antonia, felices sueños... Un abrazo. Todo lo que se come sin necesidad se roba al estómago de los pobres.