Los más generosos acostumbran a ser los más humildes. Solamente cuando abres la mano para dar, podrás recibir. Adoro el ritmo de la naturaleza: el secreto es la paciencia. En la mayoría de los casos la ignorancia es algo superable. No sabemos porque no queremos saber Buenos días Antonia, seguimos con el viento y bien frio que viene... un abrazo