En un pequeño pueblo de Eslovenia, rodeado por bosques espesos y montañas cubiertas de niebla, vivía un viejo violinista llamado Luka. Había perdido a su esposa años atrás y desde entonces tocaba solo, cada tarde, en el porche de su cabaña de madera.
—Para que el bosque no se olvide de ella —decía.
Una tarde de otoño, mientras tocaba una melodía suave y nostálgica, escuchó algo crujir entre los árboles. Pensó que era un ciervo, pero lo que emergió fue un joven oso pardo, enorme, de andar tranquilo…... Hay dos clases de Risa: una que ofende y agrede, otra que alegra, entusiasma y reanima. Buenas noches Sensi, que tengas un buen descanso, un abrazo. Si la vida me pudiera devolver algo de lo vivido, le pediría, regresar a mi infancia con mis viejos amigos, para volver a jugar en la calle, como cuando éramos niños. En estos tiempos donde se discute por todo, la gente que te hace reir vale el doble.