Entre penas y alegrías, ésta es la esencia de la vida: existir, resistir, persistir. El amigo ha de ser como el dinero, que antes de necesitarlo, se sabe el valor que tiene. No basta con hablar de paz. Uno debe creer en ella y trabajar para conseguirla. El trabajo del maestro no consiste tanto en enseñar todo lo aprendible, como en producir en el alumno amor y estima por el conocimiento. La mayoría de las veces un abrazo es separar un pedacito de uno mismo para dárselo al otro para que pueda continuar su camino menos solo.