Hay una regla simple en la vida: Si no te gusta que te lo hagan, no se lo hagas a los demás... UNA TRISTE REFLEXIÓN ¡Tarifa por llamar a la puerta!
Una de las casas donde entrego periódicos tenía el buzón bloqueado, así que llamé a la puerta.
El señor David, un hombre mayor de paso vacilante, abrió lentamente la puerta.
Le pregunté: "Señor, ¿por qué está bloqueado su buzón?"
Él respondió: "Lo bloqueé a propósito".
Él sonrió y continuó: "Quiero que me entregues el periódico todos los días... Por favor, toca la puerta o toca el timbre y entrégalo en persona".
Me quedé perplejo y respondí:... Al igual que la mariposa, yo también despertaré en mi propio tiempo. Hacen falta días malos para darte cuenta de lo bonitos que son el resto. Si algo he aprendido en la vida es a no perder el tiempo intentando cambiar el modo de ser del prójimo.