Junto con los libros debería venderse el tiempo suficiente para leerlos. La persona que ha empezado a vivir seriamente por dentro, empieza a vivir más sencillamente por fuera. No es la vida la que separa a la gente, es la maldad, la hipocresía, la traición, el egoísmo y la falta de espeto.. Las distancias verdaderamente peligrosas son las psicológicas. Puedes estar muy cerca físicamente, pero mentalmente muy lejos. Vivimos tan deprisa que nos hemos olvidado de disfrutar de la vida, de sentirla, de olerla, de escucharla, de contemplarla, de degustarla. Hemos olvidado vivir con magia.