La intención de las palabras depende en gran medida de quien las escucha y no de quien las pronuncia. Aprende a gobernarte a ti mismo antes de gobernar a los otros. Un hombre se puede equivocar muchas veces, pero no se convierte en un fracaso hasta que empiece a culpar a otros por sus propios errores. Lo bonito de la vida es que sigue. Da revancha. Oportunidades. Y te sorprende en esos días oscuros. Buenas noches Antonia, que descanses.. Un besillo..