A veces las cosas llegan cuando dejas de buscar. Lo que es para ti nadie te lo puede quitar. He conocido personas analfabetas respetuosas, humildes, honestas y sabias, y así mismo he conocido personas estudiadas que son irrespetuosas, deshonestas y pedantes. Esto me ha enseñado que la educación poco tiene que ver con la cantidad de información que almacenamos en el cerebro y mucho con la bondad que guardamos en el corazón.