Una mujer pobremente vestida, con un rostro que reflejaba tristeza, entró a una tienda, se acercó al dueño y de manera humilde preguntó si podía llevarse algunas cosas a crédito; con voz suave explicó que su esposo estaba muy enfermo y que no podía trabajar, tenían siete niños y necesitaban comida.
El dueño no aceptó y le solicitó que abandonar a la tienda.
Sabiendo la necesidad que estaba pasando su familia la mujer rogó:
<“Por favor señor, se lo pagaré tan pronto como pueda">
El... La vida siempre ofrece una segunda oportunidad, se llama mañana.. Antes que tener una vida con sentido, creo que importa más cultivar una buena relación con uno mismo y con los demás. Cuidado con los que dicen que es lo mejor para ti, porque posiblemente solo sea lo mejor para ellos. La felicidad es darse cuenta de que nada es demasiado importante.