La pobreza no viene por la disminución de las riquezas, sino por la multiplicación de los deseos. Las personas siempre son personas, no las teclas de piano. Porque nadie puede aplastarnos para tocar la música que les gusta a ellos. Algunos piensan que conocen a todos, cuando en realidad no se conocen a sí mismos. Si cierras la puerta a todos los errores también la verdad se quedará fuera. La vida es como una piedra de afilar, o te pule, o te hace polvo.