Siendo ésta una de las leyendas más recientes no deja de ser una preciosa historia donde una vez más se pone a prueba la fuerza de la fe.
Juan Araújo decidió colgar sus botas como delantero de un equipo sevillano en 1965 a consecuencia de una grave enfermedad que acechó a su hijo.
Lo llevó a los médicos más prestigiosos pero no hallaron remedio alguno. Con un hilo de esperanza acudía muchas tardes a la iglesia de San Lorenzo a pedirle al Señor del Gran Poder... Mª Dolores que pases una buena noche y descanses... besillos... Sensi que descanses buenas noches a todos-as... No pidáis a Dios que os de una carga apta para vuestros hombros; pedidle unos hombros aptos para soportar vuestras cargas.
Phillips Brooks (1835-1893) Clérigo episcopal americano