La solución más simple
Desde pequeña siempre tuve miedo al irme a dormir, porque creía que había alguien debajo de la cama. Cansada de esto, un día fui a ver a un psiquiatra y le expliqué:
- Cada vez que voy a acostarme, creo que hay alguien debajo de mi cama. Tengo miedo. ¿Me estaré volviendo loca?
- Con mis sesiones, en doce meses estarás bien - me dijo el psiquiatra. - Ven a verme dos veces a la semana y te curaré todos esos miedos-.
- ¿Y cuánto me costará doctor?- pregunté.
- Ochenta... Cada tic tac es un segundo de vida que pasa, huye y no se repite. Y en ella hay tanta intensidad e interés que el único problema es saber vivir. Es una estupidez perder el presente sólo por el miedo de no llegar a ganar el futuro. Hay sentimientos que las palabras no pueden explicar. Por eso existen los gestos, los abrazos, los besos... Depender de alguien para estar alegre o triste es ir en contra de uno mismo.