Deberíamos usar el pasado como trampolín y no como sofá. La gratitud es la forma más exquisita de cortesía. El tiempo no espera a nadie, ni a reyes ni a campesinos. El destino es como una persona y deja de molestarnos si mostramos que no nos importa lo que nos haga. El respeto es fundamental para la humanidad, para poder convivir con otras personas, y para demostrar cariño hacia los demás, porque no todos vemos la vida desde la misma perspectiva...